lunes, 10 de septiembre de 2007

Yo soy...

En este rincón del mundo se ha puesto de moda defender la identidad. ¿Qué identidad? Nadie sabe. La pluriculturalidad se ha convertido en un pretexto para desatar la furia contra el "otro", ese que no soy yo y que no comprendo.
La verdad es, sin embargo, que más allá de los intereses, la cultura, las costumbres y todo aspecto en común que se tenga con un segmento poblacional, tal "identidad" es un ideal totalmente abstracto y que se construye solamente en la mente de quienes creen compartir con fervor símbolos, hábitos, una lengua y exagerando la figura las mismas angustias y las mismas alegrías.
¿Soy yo capaz de aceptar al otro, acogerlo y comprender toda su carga subjetiva?
Falso.
Se comparte el espacio geográfico, las montañas nevadas y la melancolía del altiplano, porque no queda de otra y a la larga se ha hecho una costumbre levantarse cada día bajo esas condiciones, y aún así queda un mal sabor de boca cuando uno se aleja demasiado del manzano.

3 comentarios:

Efra dijo...

de igual manera es decir que ser humano es abstracto...

a mi punto de vista estan implicitos ambos conceptos.

saludos

Chosty dijo...

hmmm ya escribe...

César Tzu dijo...

La verdad es que no somos capaces de aceptar al otro pero antes de eso no somos capaces ni de aceptarnos nosotros mismos.