Un invierno frío y con cuatro paredes.
Hace algunos días decidí recuperar la memoria. Resulta que en momentos críticos el haber anulado grandes episodios de mi vida fue una gran terapia para seguir. Sin embargo seguir sin un camino por detrás hizo que me vaya disolviendo de a poquito... y es que justo ahora que más me necesito no puedo dejar de existir.
Entonces puse todo sobre la mesa y comencé a conocer a La Maga, una persona muy frágil y con errores y cicatrices por doquier. Exploré los espacios hemorrágicos y aquellos imperfectos e irresolubles.
Fue hermosa la sorpresa al levantarme al día siguiente y decidir que voy a salir a la calle con paso firme y voy a cometer aun más errores para enorgullecerme de envolverme en ellos y repartir sonrisas a quienes van clavando esas miradas de desaprobación.
8 comentarios:
Pido ser uno de esos errores. Ya dije.
Sabes que me enamoré de la Maga. Esta nueva actitud sin embargo, invita a acompañarla y explorarla, observarla y desmenuzarla y me parece todavía más desafiante y cautivadora. Exquisita. Todo eso en una cuartilla. Veamos que sale, seguro no decepcionaras a los lectores que se crucen por este camino.
Y ahora ha llegado la parte en la que tú dices: "¡¡¿Qué dijo?!!"
Me gustó mucho tu escrito, cautivador, ligero, sincero y directo. Mucha suerte ...
Repartir sonrisas.... es triste como uno puede acostumbrarse a eso al grado de hacerlo ya por inercia.
Bienvenida a la blogósfera señorita!
Alguien está un poquito trincada con Rayuela....
La maga hizo bien, no es bueno borrar algunos episodios malos de nuestra vida, es mejor llevarlos siempre con nosotros para acordarnos de no volver a cometerlos.
Saludos.
siiii quiero ser libre de cometer errores. Me gustó mucho tu post, deberias seguir haciéndolo.
V
que es gauloise!!!!????
genial ga me encantó!!!y no te pongo mas comentarios profundos,,, por que la profundidad ya lo lleva tu escrito de la mano con tu integridad como persona...ChayO
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